Magnífica mañana de febrero (21 de febrero, 2016) en Valdemorillo. Hasta allí nos desplazamos los Pedrosa brothers, Picola y el que esto escribe. Con temple taurino, dispuestos a lidiar en una de las primeras de feria como en la famosa cubierta de la localidad pero esta vez con los elementos climáticos como compañeros. Recogimos los dorsales y chip en el campo de hierba artificial del polideportivo, un ritual habitual que nos permite ir reuniéndonos con los compañeros del club. Van llegando poco a poco y nos fundimos en calurosos abrazos, en muchos casos pasa tiempo hasta volver a coincidir en alguna prueba.

Como esta prueba la hemos corrido ya en otras ocasiones, compartimos impresiones con los brothers, que irán a cuchillo y la hacen por primera vez. Vamos colocando el material en boxes y nos hacemos algunas fotos de recuerdo y con buen humor calentemos ante la inminente hora de inicio. Nervios,  intriga y ganas de empezar.

Salida y zas, la primera: Tras salir de la pista de atletismo en lugar de girar a derecha, vamos a la izquierda. ¡Han cambiado el recorrido! En lugar de transitar por la dehesa ganadera habitual, lo hacemos por el camino de salida de bici. Con todo ello hay piedras y tropezones. Mi Garmin va cantando los kilómetros cuando mosqueado empezamos a bajar. ¡Chungo! si bajas, tarde o temprano subes. Una cuesta prolongada por la dehesa, ahora sí, hasta empezar a escuchar sutilmente al speaker, estamos cerca de la transición.

El recorrido de bici, se inicia por el lugar habitual, ha habido variaciones positivas. Han sorteado una dura cuesta que los torpes haciamos en «empujo mi bici». El circuito ha pasado a ser más popular, siendo ciclable 100%. Rápido para los pros y factible para los populares. Se mantiene un vadeo muy expectacular,con fotógrafos de la organización apostados,que harán unas impresionantes imágenes que la organización cuelga para deleite de propios y extraños. Dos vueltas que eluden el paso por un par de sitios comprometidos de otros años, como son un barrizal y un vadeo con palé.  Los ánimos de todos hacen sentir calor en esta plácida mañana invernal y te llevan en volandas.

El siguiente segmento de carrera a pie también ha variado. Volvemos a bajar otra vez, mentalizado para la subsiguiente cuesta que se me atraganta un poco. Sale a mi encuentro Unai, que me insufla ánimos y energía. Encaro la entrada al polideportivo y cuando veo la meta me marco un sprint. ¡Sobrao! Ya podía haber gastado esa energía en la cuesta. Finishers todos, sin incidencias. Nos abrazamos, felicitamos y despedimos, contentos. Un gran día y unos grandes compañeros.

Mencionar el esfuerzo y compañía de aquellos que, no siendo del club, también compartieron y gozaron de la prueba, como Unai y Amelia, Dani, Charo y Juan, Susana y la incansable animación y teportaje fotográfico de Gemma.